El canciller alemán, Friedrich Merz, ha adelantado este jueves que durante el fin de semana se celebrarán nuevas reuniones sobre la guerra en Ucrania con la presencia de una delegación de Estados Unidos, y que la intención es prolongar estos contactos en Berlín la próxima semana para profundizar en asuntos como las posibles cesiones territoriales en territorio ucraniano.
Al referirse a sus conversaciones con el presidente estadounidense, Donald Trump, en una llamada en la que también participaron el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, Merz ha recordado que “Hicimos la sugerencia de que nosotros, junto con la administración estadounidense, deberíamos finalizar las discusiones sobre los documentos”.
Según ha precisado, el último texto debatido y remitido a Washington se centra en las “concesiones territoriales que Ucrania podría aceptar”. Durante la comparecencia conjunta con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, de visita oficial este jueves en Alemania, el dirigente alemán ha subrayado que “Esta es una cuestión que el presidente ucraniano debe responder”.
Merz ha añadido que a lo largo del fin de semana continuarán las conversaciones con la administración estadounidense “y podría haber una reunión a comienzos de la próxima semana” en la capital alemana para seguir avanzando en este diálogo sobre el futuro del territorio ucraniano.
En relación con la participación de Washington en ese posible encuentro en Berlín, ha puntualizado que “Si la administración estadounidense participará o no en esta reunión depende en gran medida de los documentos en los que trabajaremos en ese momento”, aunque se ha mostrado confiado en poder seguir colaborando con Trump en esta especie de ‘hoja de ruta’ sobre Ucrania.
Merz ha explicado igualmente que, en la conversación telefónica mantenida con el presidente norteamericano, tuvo “la clara impresión” de que Trump se mostraba dispuesto a cooperar con los socios europeos. A su juicio, el líder estadounidense “Sabe que los europeos quieren y deben ser escuchados con sus propios intereses”, lo que, según el canciller, abre la puerta a una coordinación más estrecha entre Europa y Estados Unidos en la gestión del conflicto ucraniano.











