Este jueves, un grupo de colonos israelíes ha incendiado una mezquita ubicada entre Deir Istiya y Kafr Haris, en el corazón de Cisjordania, en un contexto de creciente tensión y violencia en la región.
La agencia WAFA ha informado que el templo Al Hajja Hamida ha sido gravemente dañado, aunque el fuego no se extendió más gracias a la pronta acción de los residentes locales. Afortunadamente, no se han lamentado heridos a causa del incendio.
Los atacantes arrojaron sustancias inflamables en la entrada de la mezquita, situada en la gobernación de Salfit, y dejaron inscripciones de índole racista y agresiva contra los palestinos en sus muros.
Esta escalada de violencia se ha intensificado tras la reciente tregua en Gaza y la aprobación de una controvertida ley en el Parlamento israelí que establece la pena capital para los condenados por “terrorismo”, aplicable solo a palestinos acusados de asesinar a israelíes.
Desde el aumento de estas hostilidades el 7 de octubre de 2023, se ha registrado un alarmante número de palestinos fallecidos en Cisjordania y Jerusalén Este. Según la ONU, en 2024 murieron cerca de 500 palestinos, y este año ya se cuentan más de 210 víctimas.
Además, la OCHA ha reportado un récord de más de 260 incidentes violentos perpetrados por colonos en Cisjordania solo en octubre de 2025, el mayor número mensual desde que se iniciaron estos registros en 2006.











