El Ministerio de Sanidad de Marruecos ha tomado medidas drásticas al suspender provisionalmente a varios miembros del equipo del Hospital Hasán II en Agadir, después de registrar al menos ocho fallecimientos en su unidad de maternidad, atribuidos a posibles negligencias. Este suceso ha desencadenado una serie de manifestaciones y protestas en diversas partes del país.
Tras concluir las investigaciones por parte de la Inspección General, el Ministerio ha anunciado que enviará los hallazgos a la fiscalía para iniciar los procedimientos legales correspondientes, según se desprende de un informe de la agencia MAP.
Ante estos hechos, cientos de manifestantes se agolparon frente al hospital para protestar por los fallecimientos y la deficiente atención recibida, denominando al lugar como ‘hospital de la muerte’. Un video publicado en redes sociales que mostraba a un hombre solicitando ayuda urgente para su sobrina de tres meses con espina bífida fue crucial para intensificar las protestas a nivel nacional.
El ministro de Sanidad, Amín Tahraui, visitó el hospital el martes pasado, despidió a varios responsables y anunció medidas urgentes. Tanto la oposición como algunos partidos del gobierno han señalado que la crisis trasciende los problemas en Agadir.
Además, el Ministerio ha destacado las reformas en marcha en el sistema de salud, incluyendo la expansión de la cobertura médica y la creación de agencias regionales de salud.