El ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, ha instado al empresario Elon Musk a que “se vaya a Marte” después de que este defendiera el sábado la “abolición” de la Unión Europea (UE), a raíz de la sanción de 120 millones de euros que la Comisión Europea ha impuesto a su red social X por el “diseño engañoso” de su distintivo azul de verificación de cuentas.
«Vete a Marte. Allí no hay ni censura ni saludos nazis»
“Vete a Marte. Allí no hay censura ni saludos nazis”, ha manifestado Sikorski en su propio perfil en X como respuesta directa a las acusaciones de Musk.
Sus palabras aluden, de forma velada, al saludo nazi que el magnate realizó en enero durante su intervención en un acto de celebración por la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Donald Tusk habla a los «amigos estadounidenses»
En paralelo, el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha dirigido un mensaje a los “amigos estadounidenses” subrayando que “Europa es su aliado más cercano, no un problema”. “Tenemos enemigos comunes. Al menos así ha sido durante al menos 80 años.
Tenemos que ceñirnos a esto, ya que es la única estrategia razonable para nuestra seguridad común, a menos que algo haya cambiado”, ha recalcado, defendiendo la cooperación transatlántica en materia de seguridad.
Ataque frontal de Estados Unidos a Europa
Las declaraciones de Musk se han producido después de que la Casa Blanca hiciera pública su nueva estrategia de seguridad nacional para el mandato de Trump, especialmente crítica con Europa, en un contexto de tensiones con el bloque comunitario por la posición del presidente estadounidense en las negociaciones de paz sobre Ucrania, país sometido desde febrero de 2022 a una invasión por parte de Rusia.
El empresario sudafricano afirmó el sábado que el entramado burocrático de la UE “está asfixiando lentamente a Europa hasta la muerte” y presentó la sanción contra X como un ataque de Bruselas a la libertad de expresión, además de un ejemplo negativo de soberanía supranacional que, a su juicio, choca con los intereses de los Estados miembro.
La marca azul de verificación, que muchos usuarios interpretan como un sello de autenticidad, se concede de forma discrecional, lo que vulnera las obligaciones fijadas por la Ley de Servicios Digitales europea (DSA, por sus siglas en inglés). Esta normativa exige que el sistema de verificación no induzca a error sobre la naturaleza o fiabilidad de las cuentas.
La multa anunciada por Bruselas se apoya también en otras infracciones previstas en la DSA, como la falta de transparencia en el repositorio de anuncios de la plataforma y el incumplimiento de la obligación de facilitar el acceso a datos a los investigadores, elementos que las autoridades comunitarias consideran esenciales para supervisar el impacto de X en el espacio digital europeo.