El Ministro de Hungría en la ONU defiende su política: Ni guerra, ni migración, ni género

Peter Szijjarto, ministro húngaro, defiende en la ONU su política de no guerra, migración ni cambio de género.

El ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, en la 80ª Asamblea General de Naciones UnidasEuropa Press/Contacto/Bianca Otero

Peter Szijjarto, el ministro de Exteriores de Hungría, presentó en la Asamblea General de la ONU la posición de su país con el lema “ni guerra, ni migración, ni género”, en un contexto que describió como el más inseguro globalmente desde la Segunda Guerra Mundial.

“El enfoque de Hungría hoy por hoy frente a los grandes desafíos del mundo sería el siguiente: Ni guerra, ni migración, ni género”, declaró Szijjarto, destacando los riesgos como el aumento del extremismo y conflictos étnicos, además de “el peor nivel de seguridad global” desde la Segunda Guerra Mundial.

El ministro subrayó la importancia de la conexión entre naciones, mencionando específicamente a Francia, Alemania, Rusia y China, buscando beneficios mutuos a través de una “cooperación entre el este y el oeste que sea civilizada”.

Con un enfoque en la guerra de Ucrania, Szijjarto resaltó que Hungría ha experimentado “las consecuencias de esta guerra de manera cotidiana” con “una oleada enorme de refugiados, un millón trescientas mil personas” y un incremento en la inflación que ha provocado un alza en los “precios de la energía”.

“Tenemos que trabajar diariamente para poder quedarnos al margen de la guerra por mucho que se hayan esforzado en arrastrarnos a la guerra y a provocarnos para que entremos en ella”, señaló, criticando que su país ha enfrentado “graves ataques políticos, acusaciones y estigmatización por nuestra posición”.

Szijjarto indicó que estas críticas provienen principalmente de “los países europeos”, criticando a la Unión Europea por “una estrategia fracasada”. Según el ministro, las sanciones impuestas por Bruselas “no han cumplido de ningún modo las expectativas (y) ha causado más daños a la economía europea que a la rusa”, mientras “cientos de miles de millones de euros han llegado a Ucrania en efectivo y en armas”.

“Si se hubieran mostrado a favor de las conversaciones de paz (…) podrían haber salvado las vidas de cientos y miles de personas y podríamos haber evitado enormes oleadas de refugiados y hubiéramos evitado mucha destrucción”, concluyó. Además, elogió a Donald Trump por ser “la única esperanza para conseguir la paz en Ucrania (…) por muucho que muchos políticos en Europa menoscaben sus esfuerzos”.

En cuanto a la política migratoria, Szijjarto subrayó la firme oposición de Budapest a la política migratoria europea, prefiriendo “pagar un millón de euros al día por no permitir que entren inmigrantes ilegales en nuestro país” antes que cambiar su política.

Finalmente, el ministro húngaro también abordó el tema de los ataques a la estructura familiar tradicional, destacando una “corriente liberal extrema que ataca a la familia” y reafirmando su defensa a la familia tradicional compuesta por un padre y una madre cisgénero, así como su intención de “hacer Hungría grande una vez más”, haciendo eco del famoso lema de Donald Trump.

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