Modificación de la orden de administración Trump sobre el control policial en Washington D.C.

Despliegue de la Guardia Nacional en Washington D.C.Tom Hudson/ZUMA Press Wire/dpa

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha decidido modificar la disposición que permitía la toma de control de la Policía de Washington D.C., asegurando así que esta entidad siga operando bajo el mando de las autoridades locales y no bajo la supervisión directa del Gobierno federal.

En una movida respaldada por una directriz de Donald Trump, la fiscal general Pam Bondi designó el jueves a Terry Cole, director de la Administración para el Control de Drogas (DEA), como el principal encargado de la policía de la capital, con el objetivo de intensificar la seguridad en una zona de peculiar estructura administrativa.

La alcaldesa Muriel Bowser mostró su oposición y, seguido por el fiscal general de Washington D.C, Brian Schwalb, quien el viernes formalizó una demanda judicial. Pocas horas después, se emitió ‘una nueva directiva’ por mandato de Bondi.

Según la nueva orden, Cole actuará como ‘designado’ de la Administración Trump, sin influir directamente en las operaciones diarias. Pamela Smith, actual directora del Departamento de Policía Metropolitano y subordinada a las autoridades locales, mantiene el liderazgo sobre la fuerza policial.

Bondi criticó al fiscal de Washington por obstruir los planes de ‘mejorar la seguridad pública’. ‘Es importante señalar que este mismo fiscal general es responsable de no imponer consecuencias a los peligrosos delincuentes juveniles’, expresó Bondi en redes sociales después de ceder ante la presión.

Para Schwalb, este ajuste significa ‘una victoria’ para la autonomía de la capital. Se comprometió a continuar esforzándose para preservar la independencia de la capital y ‘proteger los derechos y la seguridad’ de sus habitantes.

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