La organización Médicos sin Fronteras (MSF) ha informado que las continuas confrontaciones de un grupo armado no identificado han originado el desplazamiento de más de 92.000 personas en las provincias de Cabo Delgado y Nampula, al norte de Mozambique, desde finales de septiembre.
De esta cifra, aproximadamente 23.000 afectados se han refugiado en Mueda, una localidad de Cabo Delgado, donde MSF opera centros de acogida. Estos individuos, que huyen principalmente de Mocímboa da Praia y áreas aledañas, escapan de frecuentes asesinatos brutales.
«Ante los rumores de ataques inminentes son muchos los que deciden huir porque ya no se sienten protegidos ni seguros en sus comunidades», declaró Pedro Basílio, supervisor de MSF en los campos de desplazados en Mueda.
Los ataques en estas regiones suelen ser incursiones pequeñas pero extremadamente violentas, alcanzando casi todos los distritos de Cabo Delgado y extendiéndose a Nampula y Niassa. Muchas víctimas, como Saidia Albino, han regresado a los campos en Mueda en busca de refugio debido a la creciente frecuencia de estos episodios violentos.
A pesar del deterioro de las condiciones en los campos debido a la sobrepoblación, la violencia en sus lugares de origen impulsa a muchos a intentar reconstruir sus vidas en Mueda, como comentó Albino: «No había razón para quedarse allí».
MSF también ha señalado que el acceso a agua potable y saneamiento básico es cada vez más escaso en estos campos, situación que podría empeorar con la llegada de la temporada de lluvias y el incremento en el riesgo de enfermedades hídricas, según advierte la organización.
«Aunque no estamos viendo muchas emergencias médicas agudas en este momento, las necesidades sanitarias persisten. El sistema de salud local no puede hacer frente a la continua llegada de personas, que ejercen cada más presión sobre unos recursos que ya de por sí son muy limitados», explicó Basílio.
Sebastián Traficante, coordinador de MSF en Mozambique, ha instado a los grupos armados a asegurar la protección de los civiles y los trabajadores humanitarios, así como de las instalaciones médicas.
