La entidad Médicos Sin Fronteras (MSF) ha informado recientemente sobre el alarmante incremento de desnutrición aguda entre los habitantes de la Franja de Gaza, alcanzando niveles ‘máximos históricos’ en dos de sus instalaciones, en un contexto donde la crisis humanitaria se intensifica debido a la ofensiva de Israel tras los eventos del 7 de octubre de 2023 y las severas restricciones en la entrega de ayuda humanitaria en este área costera.
Desde la clínica de Al Mauasi en el sur hasta la ciudad de Gaza en el norte, MSF ha observado una cantidad sin precedentes de casos de desnutrición, ‘jamás contabilizados’ por sus equipos en la región. En la clínica de la ciudad de Gaza, el número de pacientes afectados ha aumentado drásticamente en menos de dos meses, de 293 en mayo a 983 a comienzos de julio.
La organización también ha destacado que la mayoría de los registrados en estas clínicas son niños menores de tres años, y actualmente hay más de 700 mujeres embarazadas y lactantes y casi 500 niños y niñas con desnutrición grave y moderada recibiendo tratamiento en estos dos centros de alimentación terapéutica ambulatoria.
‘Es la primera vez que presenciamos una magnitud tan grave de casos de desnutrición en Gaza’, declaró Mohamed abú Mughaisib, coordinador médico adjunto de MSF en Gaza. ‘La hambruna en Gaza es intencionada. Podría terminar mañana si las autoridades israelíes permiten la entrada de alimentos a gran escala’, expresó con pesar.
MSF ha explicado que la situación de desnutrición en Gaza es el resultado de ‘decisiones deliberadas y calculadas’ por parte de las autoridades israelíes, que incluyen la reducción de la entrada de alimentos ‘al mínimo indispensable para la supervivencia’ y la ‘militarización de los medios de distribución’, mientras ‘se destruye la mayor parte de la capacidad local de producción alimentaria’.
Joanne Perry, médico de MSF, comentó que ‘muchos bebés nacen prematuramente debido a la desnutrición generalizada entre las mujeres embarazadas y a los deficientes servicios de agua y saneamiento’. ‘Nuestra unidad de cuidados intensivos neonatales (en el hospital Al Helu) está gravemente saturada, con hasta cuatro o cinco bebés compartiendo una sola incubadora’, describió.
‘Esta es mi tercera vez en Gaza y nunca había visto algo así’, señaló Perry. ‘Las madres me piden comida para sus hijas e hijos, las mujeres con seis meses de embarazo a menudo no pesan más de 40 kilogramos. La situación es extremadamente crítica’, advirtió.
DRÁSTICO AUMENTO DE LOS PRECIOS
Antes de la ofensiva israelí, Gaza dependía enormemente de la importación de bienes y suministros, con un promedio de 500 camiones ingresando diariamente a la Franja. Sin embargo, desde el 2 de marzo de 2025, cuando Israel intensificó su bloqueo, el flujo de camiones ha disminuido considerablemente, provocando escasez y un drástico aumento de los precios.
Los bienes básicos se han vuelto inaccesibles para la mayoría de la población, con un kilogramo de azúcar costando unos 76 dólares (aproximadamente 65 euros), y un kilo de patatas o harina cerca de 30 dólares (alrededor de 26 euros), según datos del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Esto ha llevado a muchas familias a limitar su alimentación a una sola comida diaria, sin acceso a pan, verduras frescas o suficientes proteínas.
Los padres y madres se ven obligados a omitir comidas para alimentar a sus hijos. ‘Soy madre y no puedo culparles porque yo haría lo mismo’, dijo Nur Nijim, supervisora del equipo de enfermería de MSF. ‘Pero me siento impotente como profesional de la salud. Las personas tienen hambre y nos piden alimentos terapéuticos, pero no tenemos suficientes y solo podemos prescribirlos a personas con diagnóstico de desnutrición’, subrayó.
Por lo tanto, MSF ha solicitado un acceso humanitario sin restricciones, un flujo continuo de alimentos y asistencia médica para Gaza, además de protección para la población civil. Han enfatizado que los pacientes con desnutrición ‘son solo la parte visible de una crisis mucho mayor’, ya que los equipos médicos son testigos de cómo los pacientes y sus cuidadores pierden peso rápidamente, sufren infecciones prolongadas y padecen fatiga visible.
La ofensiva contra Gaza, lanzada como respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023, ha causado hasta la fecha más de 58.600 muertes palestinas, según denuncias de las autoridades del enclave palestino, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), aunque se teme que el número real sea aún mayor.