Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, ha señalado este miércoles que los procesos judiciales iniciados contra varios de sus ministros forman parte de lo que él considera una «persecución» orientada a derribar su administración, la cual enfrenta múltiples acusaciones e investigaciones por corrupción.
Durante una intervención ante la prensa, tras ser cuestionado sobre el caso abierto contra la ministra de Igualdad Social, May Golan, y otros colaboradores, acusados de fraude, malversación de fondos y otros delitos financieros, Netanyahu expresó que «no está familiarizado con la pesquisa» e instó a no «emitir juicios» precipitados.
«No conozco el caso, no puedo hablar de él, pero solo porque alguien esté acusado no significa nada», mencionó en una conferencia de prensa tras una operación policial en la oficina de la ministra que resultó en una detención.
Netanyahu lamentó que actualmente «pueden acusarte de cualquier tontería. Lo que digo es que no queda ya ni un ministro que la fiscal general no haya decidido imputar», de acuerdo con lo reportado por ‘The Times of Israel’.
Asimismo, señaló que en administraciones pasadas «no se dieron este tipo de acusaciones». «He revisado y durante ese tiempo no hubo nada. Cero. Todos ángeles. Pero para nosotros hay decenas de investigaciones. Si pasa una semana y no se ha abierto un caso nuevo, espera a la siguiente», agregó.
«Es muy posible que esto sea lo que está pasando, pero no puedo asegurar nada porque desconozco el caso», clarificó Netanyahu, quien también enfrenta un juicio por corrupción. Entre las acusaciones en su contra figura el abuso de poder para influir en medios de comunicación y obtener cobertura favorable. Uno de estos casos data del año 2000, cuando supuestamente intentó negociar con ‘Yedioth Ahronoth’ para obtener una cobertura positiva a cambio de promover legislación que perjudicara a su competidor ‘Israel Hayom’.









