El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha desvelado una nueva inyección de capital de varios miles de millones destinada a apuntalar la industria armamentística nacional y disminuir su dependencia de suministradores extranjeros. El anuncio se ha producido este miércoles durante su intervención en una ceremonia de graduación de la Fuerza Aérea.
“Queremos reducir nuestra dependencia de todos los actores, incluidos nuestros amigos”, ha señalado Netanyahu, al detallar un desembolso de 108.000 millones de dólares (unos 91.000 millones de euros) para levantar a lo largo de la próxima década “una industria de municiones israelí independiente”.
El jefe del Gobierno ha indicado que esta apuesta estratégica responde a las lecciones extraídas de los años de bombardeos sobre la Franja de Gaza, periodo en el que, en determinados momentos, sus principales aliados, como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, han impuesto límites y restricciones a la venta de armamento a Israel.
En otro orden de cosas, Netanyahu ha responsabilizado a Hamás de haber quebrantado el alto el fuego este mismo miércoles, una acusación que también ha sido formulada desde el lado contrario. El dirigente israelí ha advertido de que habrá una reacción, según informa el diario ‘The Times of Israel’.
Del mismo modo, ha subrayado que Israel está actuando para hacer frente a la ausencia total de intención, ha dicho, de Hamás y del partido milicia chií libanés Hezbolá de proceder a su desarme, y ha aprovechado para recalcar que el país aún no ha dicho su última palabra en lo relativo a los hutíes en Yemen e Irán.