La Asamblea Legislativa de Transición de Burkina Faso ha ratificado una normativa el pasado lunes que impone sanciones de entre dos a cinco años de prisión y multas económicas a quienes practiquen la homosexualidad, medida que las autoridades justifican en defensa de sus ‘costumbres y tradiciones’.
‘La ley prevé una pena de prisión de dos a cinco años y multas. Y si la persona que comete estas prácticas homosexuales es asimilada, y decimos bien asimilada, incluso todos los comportamientos extraños, si lo sentimos así, irá ante el juez’, declaró Edasso Rodrigue Bayala, ministro de Justicia, durante una conferencia de prensa donde también mencionó que la adopción de niños en Burkina Faso está condicionada a la aceptación de los valores sociales locales.
Además, el nuevo ‘código personal y de las familias’ contempla la expulsión del país para los extranjeros que infrinjan esta ley, como indicó el ministro. Este código fue aprobado por los 71 miembros de la Asamblea, instaurada tras el golpe de Estado militar en enero de 2022, y reemplaza la ‘ley Zatu’ de 1990, sin legislaciones previas específicas contra la homosexualidad. Actualmente, cerca de treinta países en África consideran delito la homosexualidad, con naciones como Ghana o Uganda recrudeciendo sus legislaciones.
Por otro lado, la nueva legislación permite que las comunidades decidan si los hijos llevan el apellido de los padres o madres según sus ‘costumbres y tradiciones’, mencionó el ministro. También se autorizan los ‘matrimonios consuetudinarios y religiosos’, se promueve la digitalización del registro civil y se aumenta la mayoría de edad de 18 a 20 años, aunque la edad mínima para casarse sigue siendo de 18 años.