El Parlamento de transición de Burkina Faso ha ratificado una ley este lunes que impone sanciones de entre dos y cinco años de prisión y multas económicas a quienes practiquen la homosexualidad, una medida que las autoridades justifican ‘en nombre de (sus) costumbres y tradiciones’.
‘La ley prevé una pena de prisión de dos a cinco años y multas. Y si la persona que comete estas prácticas homosexuales es asimilada, y decimos bien asimilada, incluso todos los comportamientos extraños, si lo sentimos así, irá ante el juez’, explicó Edasso Rodrigue Bayala, ministro de Justicia de Burkina Faso, durante una conferencia de prensa, añadiendo que ‘solo se puede adoptar a un niño burkinés si se aceptan los valores sociales burkineses’.
El nuevo ‘código personal y de las familias’ también tendrá impacto sobre los extranjeros, quienes serán expulsados del país si son condenados bajo esta ley, informó el ministro. Este código fue respaldado por los 71 miembros de la Asamblea Legislativa de Transición, instaurada tras el golpe de Estado de enero de 2022 contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, y aprobada en diciembre de 2023 por la junta militar.
La normativa sustituye a la ‘ley Zatu’ de 1990 sobre el estatuto personal y, hasta ahora, ninguna legislación en Burkina Faso apuntaba específicamente a la comunidad homosexual. La homosexualidad es considerada delito en cerca de treinta países africanos, con naciones como Ghana o Uganda recientemente endureciendo sus legislaciones.
Además, la ley permite que las comunidades decidan si los hijos llevarán el apellido de los padres o madres ‘de acuerdo a sus costumbres y tradiciones’, según señaló el ministro. También se autorizan los ‘matrimonios consuetudinarios y religiosos’, se promueve la digitalización del registro civil y se eleva la mayoría de edad de 18 a 20 años, aunque la edad mínima legal para casarse sigue siendo de 18 años.