El ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, ha comunicado que «el Gobierno sopesará cuidadosamente su postura durante el próximo mes sobre el reconocimiento del Estado de Palestina» debido a que «la catástrofe humanitaria en Gaza ocupa, con razón, un lugar destacado en la agenda mundial».
En una declaración, Peters ha informado que «hoy al Gabinete una propuesta oral sobre» el tema, «antes de que se someta a consideración formal en septiembre». Este anuncio se produce justo después de que «algunos de los socios más cercanos a Nueva Zelanda», refiriéndose a Australia, hayan resuelto su posición al respecto. Afirmó que Nueva Zelanda «tiene una política exterior independiente» y que tomará decisiones basadas en sus «principios, valores e intereses nacionales».
«Nueva Zelanda ha dejado claro desde hace tiempo que nuestro reconocimiento de un Estado palestino es una cuestión de cuándo, no de si», ha destacado Peters, insistiendo en la necesidad de «calma, cautela y prudencia» para manejar una situación que reconoció no es «sencilla (ni) clara».
Peters ha mencionado que evaluará «si se dan las condiciones previas para un Estado palestino viable y legítimo, en términos de seguridad, política, diplomacia y economía», y se centrará en «el rápido deterioro de la situación sobre el terreno (…) y la postura clara de varios Estados árabes de que Hamás debe desarmarse y no tener ningún papel futuro en el gobierno palestino».
«Nueva Zelanda, como defensora desde hace mucho tiempo de la solución de dos Estados y la autodeterminación palestina, participa activamente en los debates sobre cómo negociar un alto el fuego y un acuerdo político que permita a israelíes y palestinos convivir pacíficamente. Aunque estamos muy lejos de Oriente Próximo, seguiremos asegurándonos de que se escuche nuestra voz», concluyó.