Una vez más, numerosos manifestantes se han congregado cerca de la residencia de Benjamin Netanyahu en Jerusalén para mostrar su descontento con las políticas gubernamentales respecto a la situación en Gaza y el trato a los rehenes retenidos por Hamás. La tensión ha escalado tras la difusión de reportes que sugieren que los cautivos están siendo empleados como escudos humanos durante los combates en Gaza.
El malestar entre los asistentes se ha intensificado, preocupados por la posibilidad de que los rehenes sufran lesiones o sean asesinados en medio de los ataques. “¿De qué quiere alardear ahora? Esta mañana me levanté y sentí una explosión procedente de alguna zona situada a una hora de distancia de la frontera”, declaró una familiar de los rehenes Gali y Ziv Berman, aún retenidos en Gaza.
“¿Qué está pasando con ellos si mi casa ha temblado y se encuentra lejos? ¿Qué se supone que hacen? ¿Adónde nos lleva (el Gobierno)? ¿A qué infierno nos llevan ahora? No merecéis esta nación”, expresó enfáticamente, según fuentes del ‘The Times of Israel’.
La misma fuente instó a Netanyahu a dialogar directamente con las familias afectadas: “Ahora no tienes nada que temer”. “No somos guerrillas, solo estamos atormentados. Simplemente sal y habla con nosotros”, solicitó.
Mientras la mayoría optó por reunirse frente al domicilio del primer ministro, un grupo considerable llevó sus reclamos a las puertas de su oficina, ampliando el rango de la protesta.
