El Gobierno de Georgia ha introducido recientes ajustes en su Código Electoral, estableciendo limitaciones específicas para los ciudadanos georgianos residentes fuera del país que deseen participar en las votaciones parlamentarias. Estas personas deberán estar presentes en Georgia para poder votar, una condición que ya se aplicaba en las elecciones locales.
Shalva Papuashvili, presidente del Parlamento y miembro del partido gobernante Sueño Georgiano, ha reiterado que estos ajustes no modifican los derechos de voto de los georgianos en el exterior, sino que se enfocan en aspectos de «procedimiento». «El único requisito es regresar al país una vez cada cuatro años y votar en Georgia», explicó Papuashvili, añadiendo que este cambio «aumenta la estabilidad de las elecciones» y «reduce la influencia de actores extranjeros».
Papuashvili también mencionó que existen varios países con normativas electorales parecidas y destacó que las elecciones de 2024 en Georgia «han demostrado claramente cómo de abierta y brutal puede ser la presión informativa y política que se ejerce sobre los votantes desde el extranjero». Además, subrayó que los georgianos que residen en el extranjero «están sujetos a la influencia de jurisdicciones extranjeras y entornos políticos donde el Estado no puede prevenir la injerencia», lo cual los expone a «un alto riesgo de manipulación informativa», según señala el portal Publika.
En las recientes elecciones parlamentarias, el partido Sueño Georgiano se alzó con la victoria en octubre de 2024, un proceso electoral que estuvo marcado por acusaciones de fraude por parte de la oposición y protestas subsiguientes, en un país que ha visto numerosas movilizaciones contra el Gobierno por su acercamiento a Moscú y alejamiento de Europa.