El recién nombrado primer ministro checo, Andrej Babis, ha señalado este sábado que la República Checa no está en condiciones de aportar recursos económicos a Ucrania, y ha pedido a la Comisión Europea que identifique otras vías de financiación.
“No tenemos dinero para otros países. La Unión Europea debe resolverlo de otra manera, pero no le garantizaremos nada ni le daremos dinero”, ha declarado Babis en un vídeo difundido en sus perfiles de redes sociales.
En la misma intervención, el dirigente ha insistido en que “La Comisión Europea debe encontrar otras vías para financiar a Ucrania. Como República Checa, necesitamos dinero para los ciudadanos checos y para la República Checa”.
Las palabras del nuevo jefe de Gobierno han provocado una fuerte reacción interna. Su predecesor, Petr Fiala, ha calificado la postura de Babis de “egoísta” e “irresponsable” al considerar que “amenaza no sólo la seguridad de la República Checa sino también su prosperidad”, según ha informado la televisión pública checa, CT.
Babis juró el cargo el pasado 9 de diciembre y todavía no ha designado a los miembros de su gabinete. En este contexto, el aún ministro de Asuntos Europeos, Martin Dvorák, ha mostrado su desacuerdo con el mensaje del primer ministro designado. “La declaración del primer ministro designado Babis lamentablemente confirma el cambio de rumbo de la política exterior checa, que ha pasado de promover y defender los valores y principios tradicionales en las relaciones internacionales a la cobardía, el egoísmo y la irresponsabilidad”, ha señalado.
Dvorák ha advertido además de las posibles consecuencias futuras de este giro político: “Lo más triste es que la reticencia a ayudar activamente en la lucha contra los ocupantes podría volverse contra nuestro país cuando el mismo agresor se acerque a nuestras fronteras y nuestros aliados occidentales adopten una postura igualmente pragmática”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Jan Lipavsk, ha defendido que un crédito a favor de Ucrania respaldado con los ingresos en efectivo generados por los activos rusos inmovilizados es, en su opinión, la única alternativa viable. “Las necesidades de Ucrania son urgentes y las negociaciones en el seno de la UE no deben convertirse en una excusa para retrasar la asistencia que Ucrania necesita con urgencia”, ha manifestado en declaraciones a la agencia de noticias CTK.
En la actualidad, la Unión Europea mantiene bloqueados en torno a 210.000 millones de euros en activos rusos. La mayor parte de esos fondos se encuentra en el depositario europeo de valores Euroclear, con sede en Bélgica, mientras que otra porción relevante está retenida en entidades financieras belgas y francesas.
El contexto político interno también respalda el peso de Babis en la escena checa. Su formación conservadora ANO (Sí) se impuso con claridad en las elecciones celebradas en octubre, al lograr el 34,51 % de los sufragios, lo que se tradujo en 80 de los 200 escaños de la Cámara Baja del Parlamento. Babis, de 71 años, ya estuvo al frente del Gobierno entre 2017 y 2021, y ahora regresa al poder con una mayoría sólida y una agenda que, en materia de apoyo financiero a Ucrania, marca distancias con la línea mantenida por el anterior Ejecutivo.











