La Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes de Indonesia ha anunciado que el número de muertos debido al colapso de una escuela islámica de cuatro pisos en la provincia de Java Oriental se ha elevado a 37, mientras que aún se busca a 26 personas desaparecidas, a seis días del trágico suceso.
El desplome del edificio educativo ocurrió el lunes pasado durante unas obras de hormigonado en el internado Al Khoziny, ubicado en el distrito de Sidoarjo. La mayoría de las víctimas eran estudiantes de entre 13 y 18 años, aunque también se encontraban profesores en el interior en ese momento.
Según información del periódico ‘The Jakarta Post’, los esfuerzos de rescate y evacuación alcanzan un 60% de avance, esperando concluir completamente los trabajos para este lunes. La identificación de las víctimas está siendo difícil, ya que la mayoría eran menores sin documentación oficial ni registros dactilares, y algunos cuerpos están en un estado tal que impide su reconocimiento visual.
Desde el miércoles, la agencia confirmó que los equipos de emergencia habían identificado hasta 15 puntos posibles con supervivientes, encontrando indicios de vida en al menos seis de estos. Las labores de rescate se llevan a cabo principalmente a mano, creando túneles para acceder a estas zonas.
Este tipo de tragedias son frecuentes en Indonesia. A principios de septiembre, un derrumbe similar en Java Occidental cobró la vida de tres personas durante la llamada a la oración. En 2018, aproximadamente 75 individuos murieron tras el colapso de una entreplanta en la Bolsa de Yakarta.