El balance de víctimas mortales provocado por las recientes inundaciones registradas durante la última semana en Indonesia, que golpean sobre todo el norte de la isla de Sumatra, se aproxima ya a los 950 fallecidos, según han confirmado este domingo las autoridades del país. Las mismas fuentes han advertido de que aún hay más de 275 personas en paradero desconocido, por lo que se teme que el número final de muertos continúe en aumento.
La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (BNPB, por sus siglas en inglés) ha detallado en su informe más reciente, difundido en su página web, que por ahora se han contabilizado 940 fallecidos y más de 5.000 heridos, además de 276 desaparecidos como consecuencia directa de las inundaciones y de los deslizamientos de tierra generados por las intensas precipitaciones.
El organismo ha añadido que más de 50 distritos se han visto afectados por la catástrofe y ha calculado en unas 147.300 las viviendas dañadas por el desastre. A ello se suman perjuicios en 1.300 infraestructuras públicas, entre las que figuran 199 centros sanitarios, 701 escuelas y 405 puentes, una situación que complica de forma notable las tareas de búsqueda, rescate y asistencia a los damnificados.
Las autoridades han subrayado que el nivel de destrucción derivado de estas lluvias es especialmente grave y lo han vinculado a la enorme cantidad de agua caída de forma continuada durante un periodo prolongado. Al mismo tiempo, han recordado que el país acaba de entrar en su temporada de lluvias, lo que ha encendido las alertas en otras regiones de Indonesia que, por ahora, no se han visto tan afectadas pero permanecen en vigilancia ante un posible empeoramiento de las condiciones meteorológicas.











