El líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, ha insistido este martes en que “es muy importante” que Turquía adopte “un papel constructivo” para que las nuevas autoridades sirias y la administración kurda semiautónoma logren un entendimiento, algo que, según ha remarcado, “tendría una gran relevancia para la paz regional e interna” en el país.
En un mensaje remitido desde su celda en la prisión de la isla turca de Imrali, Ocalan ha descrito que Siria atraviesa “una situación caótica” y ha recalcado “la necesidad urgente de una solución” que estabilice el país tras la caída, en diciembre de 2024, del régimen de Bashar al Assad a manos de una ofensiva de yihadistas y grupos rebeldes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Ha señalado que “la mentalidad de un sistema que durante muchos años dependió del centralismo, la represión y la negativa de las identidades no puede continuar” y ha destacado que el pacto sellado el 10 de marzo entre el presidente sirio, Ahmed al Shara, y el comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazloum bdi, podría servir de base para “una integración democrática”.
En esta línea, ha reiterado que “la aplicación del acuerdo del 10 de marzo abrirá el camino para este proceso y lo hará avanzar de forma simultánea” y ha remarcado que “es muy importante que Turquía juegue un papel constructivo que facilite este proceso y abra la puerta al diálogo”, en un contexto marcado por las últimas fricciones entre los actores implicados.
Las FDS comunicaron el lunes el aplazamiento “de forma indefinida” del viaje de Abdi a Damasco, previsto para abordar la reintegración de estas fuerzas en las nuevas estructuras estatales sirias, antes de precisar que “se decidirá una nueva fecha en el futuro a través de un acuerdo entre las partes implicadas”, de acuerdo con la agencia kurda de noticias ANHA.
Según las propias FDS, “este aplazamiento está relacionado con los arreglos logísticos y técnicos de cara a la visita y no refleja ningún cambio en el curso de la comunicación ni en los objetivos en discusión”, en referencia a las recientes tensiones con el Gobierno central sobre el diálogo en marcha, que han incluido choques armados en la ciudad de Alepo.
El acuerdo del 10 de marzo contemplaba la reincorporación de todas las instituciones civiles y militares de las zonas kurdas autónomas —entre ellas las FDS— bajo la autoridad del Estado central, además de la entrada en vigor de un alto el fuego a escala nacional. No obstante, las discrepancias sobre cómo llevar a cabo la integración han bloqueado su puesta en práctica.
CAMINO HACIA LA PAZ EN ORIENTE PRÓXIMO
En otro tramo de su mensaje, Ocalan ha alertado de que “la historia moderna de Oriente Próximo es en general una historia de 'revoluciones negativas': guerra, tiranía y destrucción”. Frente a ello, ha señalado: “Proponemos una revolución positiva, la reconstrucción de la sociedad a través de medios democráticos, pacíficos y éticos”, antes de defender que “la paz que se defiende firmemente no es el fin, sino que debe ser un nuevo comienzo”.
Ha recordado que “al comenzar un nuevo año, debemos recordar una vez más que los ataques imperialistas y racistas del último siglo se han entrelazado y sumido a Oriente Próximo en duras guerras y conflictos. Estas guerras allanaron el camino a la destrucción y al colapso social”, y ha lamentado que “lamentablemente, la estrategia del sistema dominante de 'dividir, provocar y gobernar' continúa de diversas formas”.
Por este motivo, ha afirmado que “la perspectiva de paz y sociedad democrática que (el PKK) ha desarrollado no es solo una opción, sino que supone una necesidad histórica”. A su juicio, “si esta perspectiva es entendida y asumida de forma correcta, puede evitar el estallido de guerras y conflictos. Es un antídoto capaz de sentar los pilares de una vida pacífica y libre”.
Ocalan ha añadido que “la profundización de las crisis y los conflictos políticos en Oriente Próximo es el resultado inevitable del estancamiento de una mentalidad autoritaria y estatista que ha persistido durante miles de años”, al tiempo que ha reiterado que “resolver la cuestión kurda, que se encuentra en el corazón de estas crisis, solo es posible mediante la paz social y el consenso democrático”.
“Espero que el nuevo año no sea un año de guerra, destrucción y división, sino un año que traiga la voluntad de los pueblos de construir un futuro compartido, paz y consenso democrático”, ha manifestado el dirigente del PKK, que ha expresado también su esperanza en que “el nuevo año abra el camino a la paz, la libertad y un futuro democrático en Turquía, Oriente Próximo y el mundo”.
Asimismo, ha deseado: “Espero que el nuevo año traiga paz y una vida digna a todo nuestro pueblo. Les envío mi cariño y saludos. Esta nueva era se verá fortalecida por la libertad de las mujeres y los pueblos se unirán en paz mediante la transformación democrática”, en alusión a la nueva etapa abierta tras su llamamiento, en febrero, a la disolución del PKK para poner en marcha un proceso de paz en Turquía, actualmente en curso.
El PKK, que en sus orígenes reclamaba la creación de un Estado kurdo independiente, defiende en la actualidad una ampliación de la autonomía en las regiones de mayoría kurda, integradas en lo que se conoce como el Kurdistán histórico, que se extiende también por territorios de Siria, Irak e Irán.