El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha comunicado la movilización de personal adicional a la central nuclear de Chernóbil, situada en el norte de Ucrania, con el objetivo de inspeccionar la integridad de sus instalaciones. Paralelamente, ha expresado preocupación por la presencia de actividad militar en las inmediaciones de la central de Zaporiyia, en el este ucraniano.
“EL OIEA ha desplegado personal adicional en la central nuclear de Chernóbil de Ucrania esta semana para realizar una evaluación exhaustiva de la seguridad del Nuevo Confinamiento de Seguridad (NSC), dañado tras el ataque con drones ocurrido en febrero pasado”, ha declarado el organismo. Este ataque no liberó material radiactivo, pero sí causó importantes daños estructurales que comprometen la función de confinamiento del NSC y su durabilidad estimada.
En otro frente, desde la central de Zaporiyia, el personal del OIEA ha percibido sonidos de operaciones militares diariamente, con reportes de explosiones y disparos que alcanzan las 20 incidencias diarias. “En algunos días, el equipo informó haber escuchado explosiones y disparos unas 20 veces, a veces incluso más”, ha informado la entidad.
En contraste, en las plantas nucleares activas de Jmelnitski, Rivne y Ucrania Meridional, la producción eléctrica se ha estabilizado considerablemente luego de los recientes ataques a la infraestructura eléctrica, operando casi todas las unidades a máxima capacidad. No obstante, el OIEA ha señalado continuos ataques a la red eléctrica ucraniana, y ha anunciado el envío de un equipo para evaluar los daños en varias subestaciones clave.
