El emblemático Oktoberfest de Múnich ha reanudado su actividad este miércoles por la tarde después de haber cerrado temporalmente debido a una amenaza de bomba, junto con un incidente de explosión en un área residencial del norte de la ciudad.
Equipos de la policía acompañados de unidades caninas inspeccionaron meticulosamente el área del festival para asegurarse de que no existieran riesgos para los asistentes, mientras continúan las investigaciones sobre un incendio provocado en un edificio y el descubrimiento de un hombre gravemente herido cerca de un lago, quien lamentablemente falleció posteriormente.
La hija de 21 años del hombre y su abuela de 81 años fueron trasladadas a un hospital debido a heridas. La policía, que sospecha de un conflicto familiar, ha descartado inicialmente un motivo político, aunque se consideró la posibilidad de una conexión con grupos antifascistas al principio de las investigaciones.
Los primeros avisos ocurrieron de madrugada, con residentes del barrio de Lerchenau reportando a la policía sonidos de explosiones o disparos y visibilidad de llamas en la zona. A este reporte le siguió un despliegue de seguridad significativo, incluyendo la intervención de especialistas en bombas para revisar el edificio en busca de explosivos.