En Birmingham, un total de once individuos fueron arrestados durante las protestas que tuvieron lugar al mismo tiempo que el Aston Villa enfrentaba al Maccabi de Tel Aviv en un partido de la Liga Europa, concluyendo con una victoria de 2 a 0 para el equipo local.
Más de 700 efectivos policiales fueron movilizados anticipando posibles disturbios en un encuentro marcado por la controversia y las preocupaciones de seguridad, resultando en la detención de varones con edades entre los 17 y 67 años.
Las razones detrás de las detenciones incluyeron insultos racistas dirigidos tanto a manifestantes propalestinos como a un agente de policía, mientras que los simpatizantes proisraelíes también fueron objeto de agravios, tal como reportó la cadena Sky News.
Las autoridades locales habían decidido prohibir el acceso a los seguidores visitantes tras la evaluación de la Policía de West Midlands, que catalogó el partido como de alto riesgo. Esta medida se justificó con base en inteligencia reciente y eventos pasados.
A pesar de los esfuerzos del gobierno británico por asegurar la presencia de ambos equipos, el Maccabi decidió eventualmente rechazar cualquier entrada para su afición, incluso en caso de que se levantase la prohibición.
