Un juzgado en Turquía ha sentenciado a once implicados a cadena perpetua por su relación con el incendio de un hotel ubicado en una estación de esquí en Bolu, ocurrido en enero, que resultó en la trágica muerte de 78 personas, incluyendo 34 niños, y dejó 137 heridos.
Entre los condenados figuran el dueño del hotel, el director, varios integrantes de la directiva, el vicealcalde de Bolu y el jefe de Bomberos interino, quienes fueron acusados de “probable asesinato premeditado” en relación con la muerte de los 34 niños y recibieron penas adicionales por los otros 44 fallecidos.
Halit Ergul, propietario del establecimiento, ha señalado a las autoridades por no informarle sobre las falencias estructurales, alegando que el Ministerio de Cultura y Turismo debería haber inspeccionado las medidas de seguridad del lugar: “Me resulta imposible detectar las deficiencias que ellos no vieron durante las inspecciones”, mencionó según la agencia Anatolia.
El fatal suceso tuvo lugar el 21 de enero en el Hotel Grand Kartal, situado en la estación de esquí de Kartalkaya, desatando conmoción nacional. Investigaciones preliminares indicaron un completo incumplimiento de las normativas de seguridad.