Volker Turk, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha expresado su preocupación este jueves por la posible emergencia de una nueva ‘oleada de atrocidades’ en Sudán, debido al aumento de los enfrentamientos en la región de Kordofán entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Estos conflictos forman parte de la guerra que estalló en abril de 2023 en la nación africana. Al mismo tiempo, ha hecho un llamamiento para evitar ‘otro El Fasher’.
Desde el 25 de octubre, cuando las RSF tomaron la ciudad de Bara en Kordofán Norte, la oficina de Turk ha registrado la muerte de al menos 269 civiles debido a bombardeos, asaltos con artillería y ejecuciones sumarias. Sin embargo, la falta de acceso a Internet y a las telecomunicaciones dificulta documentar completamente la magnitud de la situación, lo que sugiere que el número de víctimas podría ser mayor.
Asimismo, se ha informado de asesinatos por venganza, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual y reclutamiento forzoso, incluyendo niños. Además, numerosos civiles han sido apresados por ‘colaborar’ con los bandos en conflicto, y hay una creciente preocupación por el uso de discursos de odio que podrían intensificar la violencia.
El 3 de noviembre, un ataque con dron de las RSF impactó en una tienda de campaña en El Obeid, Kordofán Norte, durante un funeral, matando a 45 personas. El 29 de noviembre, un bombardeo del Ejército contra la ciudad de Kauda causó la muerte de al menos 48 personas, en su mayoría civiles.
Las ciudades de Kadugli y Dilling, sitiadas por las RSF y el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPML-N), y El Obeid, parcialmente rodeada por las RSF, enfrentan un alto riesgo. La oficina de Turk ha confirmado la existencia de hambruna en Kadugli y advierte sobre el riesgo de hambruna en Dilling.
‘Es verdaderamente impactante ver cómo la historia se repite en Kordofán tan poco después de los terribles sucesos de El Fasher’, ha declarado Turk, refiriéndose a las atrocidades cometidas por las RSF en la capital de Darfur Norte. ‘La comunidad internacional se mantuvo unida en aquel momento, condenando rotundamente las brutales violaciones y la destrucción. No debemos permitir que Kordofán se convierta en otro El Fasher’, ha enfatizado.
‘No podemos permanecer en silencio ante otra catástrofe provocada por el hombre’, ha continuado Turk. ‘Estos combates deben terminar de inmediato y la ayuda vital debe llegar a quienes se enfrentan a la hambruna’, ha añadido, al tiempo que ha urgido a garantizar la protección del personal humanitario y la restauración de los servicios de telecomunicaciones.
La intensificación de la violencia durante el último mes ha ocasionado una nueva oleada de desplazamientos, con más de 45.000 personas huyendo de sus hogares en Kordofán. ‘El paso seguro para quienes huyen del horror del hambre, la muerte y la destrucción es esencial y un imperativo en materia de derechos humanos’, ha recalcado Turk.
Finalmente, ha instado a los países con influencia sobre las partes en conflicto a adoptar medidas inmediatas para detener los combates y el flujo de armas que alimenta la guerra. ‘¿No hemos aprendido las lecciones del pasado? No podemos estar de brazos cruzados y permitir que más sudaneses sean víctimas de horribles violaciones de los Derechos Humanos. Debemos actuar y esta guerra tiene que terminar ya’, ha concluido.