El secretario general adjunto de la ONU para las Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix, ha advertido este viernes de que la escalada bélica en el este de República Democrática del Congo roza ya el umbral de una crisis regional abierta “de consecuencias incalculables” y podría terminar por profundizar la fragmentación del país.
Lacroix ha intervenido ante el Consejo de Seguridad de la ONU para trasladar su preocupación apenas dos días después de que los insurgentes del Movimiento 23 de Marzo (M23) continuaran ampliando el territorio bajo su control con la captura de la ciudad de Uvira, próxima a la frontera con Burundi, tras denunciar en jornadas anteriores ataques contra sus posiciones y contra civiles lanzados desde suelo burundés.
La irrupción del M23 en el este ya había provocado anteriormente un grave choque diplomático entre las autoridades de RDC y las de Ruanda, a las que se acusó de respaldar al grupo rebelde, reproches que el Ejecutivo ruandés ha rechazado, del mismo modo que el Gobierno congoleño ha negado cualquier apoyo a formaciones armadas antirruandesas.
La caída de Uvira se suma a los avances del M23 en las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Bukavu, respectivamente, y se ha producido justo después de la firma la semana pasada de un acuerdo de paz entre RDC y Ruanda, auspiciado por Estados Unidos, que en teoría debía contribuir a contener la espiral de violencia.
En este contexto, Lacroix ha alertado de que la progresión militar del M23, la implantación de estructuras administrativas paralelas y el retroceso de la presencia del Estado en varias áreas “están alimentando una dinámica que amenaza directamente la unidad, la soberanía y la integridad territorial” de la República Democrática del Congo.
El subsecretario ha señalado que la implicación “directa o indirecta” de actores externos, junto con los desplazamientos transfronterizos de población y combatientes, “aumenta significativamente el riesgo de una conflagración regional”. “Esta situación amenaza no solo la estabilidad en el este de RDC, sino también la de toda la región de los Grandes Lagos”, ha remachado Lacroix.
Para cerrar su intervención, el responsable adjunto de las misiones de paz ha reclamado al Consejo de Seguridad “una respuesta clara, unida y decidida para prevenir una escalada del conflicto, evitar el riesgo de fragmentación de la RDC y contener la creciente regionalización de la violencia”.











