Desde la oficina de la ONU para los Derechos Humanos se ha expresado una profunda consternación por la decisión de un juzgado de Uganda, que la semana pasada rechazó nuevamente la solicitud de libertad provisional presentada por el prominente opositor Kizza Besigye, quien enfrenta acusaciones bajo la grave imputación de traición.
Kizza Besigye, junto a su colega Obeid Lutale, experimentó el rechazo a su petición de excarcelación por tercera ocasión desde su arresto en noviembre de 2024 en Kenia, donde posteriormente fue extraditado a Uganda. La ONU ha descrito estos hechos como un ‘secuestro’ y un ‘traslado forzoso’ desde el inicio.
Liz Throssell, portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, criticó este miércoles la desestimación de la última solicitud de Besigye, señalando que el tribunal no consideró el extenso periodo de detención que ha sufrido desde su captura. ‘Instamos a las autoridades a reconsiderar la decisión (…) y a garantizar que cualquier procedimiento legal respete por completo el Derecho Internacional’, declaró en una nota de prensa.
Besigye y Lutale son acusados de conspirar para derrocar al gobierno entre 2023 y 2024, acusaciones que han negado repetidamente y que sus partidarios atribuyen a una persecución política. En Uganda, el delito de traición podría resultar en la pena capital.