La Organización de las Naciones Unidas ha expresado su satisfacción tras el comunicado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) sobre su retirada de las áreas turcas, marcando un avance en el proceso de paz iniciado con la disolución del grupo anunciada en mayo, tras la apelación de su líder encarcelado, Abdulá Ocalan.
«La decisión, si es aplicada, representaría otro paso importante hacia la resolución pacífica de este conflicto de larga data», indicó Stéphane Dujarric, portavoz de la Secretaría General de la ONU, quien instó a las partes a «seguir actuando de buena fe» para avanzar en este proceso.
Además, resaltó que el secretario general de la ONU, António Guterres, «sigue muy de cerca el progreso sobre la decisión del PKK de disolverse y desarmarse», un proceso que ha incluido la creación de una comisión parlamentaria para establecer las bases legales necesarias para la paz entre Ankara y el PKK.
El proceso de diálogo entre el gobierno turco y el PKK comenzó en 2013, pero se interrumpió en 2015, desencadenando nuevos enfrentamientos en las regiones kurdas del sureste y este de Turquía.
Aunque en sus orígenes el PKK llamó a la formación de un Estado independiente, actualmente busca mayor autonomía para las regiones kurdas, dentro de lo que se considera el Kurdistán histórico, que también abarca partes de Siria, Irak e Irán.
















