La Organización de las Naciones Unidas junto a entidades colaboradoras han solicitado un cese al fuego en la Franja de Gaza este miércoles, ante el aumento de las operaciones bélicas de Israel en la zona, advirtiendo que los civiles no cuentan con lugares seguros para refugiarse debido a la ofensiva israelí en el territorio palestino, que ha resultado en más de 64.600 víctimas palestinas desde octubre de 2023.
Casi un millón de individuos se hallan actualmente sin refugios seguros ni alternativas viables; ni el norte ni el sur son zonas seguras, han comunicado tras señalar que, aunque Israel ha designado unilateralmente una área del sur como humanitaria, no ha tomado acciones concretas para asegurar la protección de quienes deben desplazarse hacia allá.
En este contexto, han subrayado que ni el tamaño ni la escala de los servicios proporcionados son adecuados para sostener a los ya presentes, y mucho menos a los que recién llegan. Es importante destacar que la peligrosa escalada israelí en la ciudad de Gaza (norte), preludio de las órdenes de evacuación hacia el sur, acontece dos semanas después de la confirmación de una hambruna en Gaza y sus alrededores.
Las organizaciones humanitarias han expresado su pesar por que abandonar el norte de Gaza implica costos elevados de transporte seguro, sumas que la mayoría de las familias simplemente no pueden afrontar, además de lidiar con carreteras casi intransitables, encontrar un lugar para dormir, ya sea al aire libre o en campamentos de desplazados superpoblados.
Y esto significa luchas continuas para conseguir alimento, agua, atención médica y refugio, y vivir sin un saneamiento digno y seguro. Los supervivientes en Gaza están exhaustos, han manifestado, reconociendo que los niveles actuales de asistencia humanitaria son totalmente insuficientes, en medio de las continuas barreras impuestas por Israel.
En este sentido, han defendido que el acceso humanitario debe ampliarse y mantenerse para incluir rutas directas tanto al norte como al sur: las vías de suministro de combustible y agua deben permanecer abiertas e ininterrumpidas, ya que cualquier interrupción adicional tendrá consecuencias devastadoras para la población civil.
Por otro lado, se han dirigido a las familias que continúan en Gaza para prometerles que la comunidad humanitaria permanecerá en dicha urbe, así como en el resto del enclave, mientras sea posible y haciendo todo lo posible para llevar ayuda y prestar servicios vitales.
Los civiles, incluido el personal humanitario, siguen presentes en toda Gaza. Ni ellos ni la infraestructura civil de la que dependen, como centros de salud, deben ser jamás objeto de ataques. La inminente destrucción de ciudad de Gaza es una grave señal de alarma, ha alertado.
Por último, han instado a la comunidad internacional a actuar: Exijan un alto el fuego inmediato. Respeten el Derecho Internacional Humanitario, incluyendo la liberación de rehenes y personas detenidas arbitrariamente. Esta catástrofe ha sido causada por el ser humano, y la responsabilidad recae en todos nosotros.
