La Organización de las Naciones Unidas ha expresado su condena tras una ejecución pública en un estadio de Afganistán, donde un hombre acusado de asesinato fue ejecutado, y ha destacado que la ejecución fue realizada por un niño de solo trece años. Esta crítica se suma a las ya formuladas contra los talibanes por su gestión de las penas capitales tras retomar el control del país en agosto de 2021.
“La ejecución pública de un hombre en un estadio deportivo de Jost, Afganistán, fue llevada a cabo por un niño de 13 años y fue vista por miles de personas, incluyendo niños pequeños”, declaró Richard Bennett, relator de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán. “Estas ejecuciones constituyen una grave violación de los Derechos Humanos y la dignidad, e incompatibles con la ley islámica”, concluyó.
Se ha informado que el ejecutor, un adolescente de trece años, era familiar de algunas de las trece víctimas mortales atribuidas al condenado. La confirmación de la ejecución fue anunciada el martes por el Tribunal Supremo afgano después de que los tribunales y el mulá Hebatulá Ajundzada, líder de los talibanes, ratificaran la sentencia.
Desde fuentes oficiales talibanas, se indicó que cerca de 80.000 personas asistieron al evento, marcando uno de los públicos más numerosos para este tipo de actos desde que los talibanes regresaron al poder, según informaciones de Amu TV.
Mostaghfar Gurbaz, portavoz del gobierno provincial de Jost, confirmó a través de la red social X que dos hijos del ejecutado también han sido condenados a muerte, aunque sus ejecuciones no se llevarán a cabo de inmediato ya que no se encuentran en Afganistán.
La ONU ha pedido repetidamente a los talibanes que implementen una moratoria sobre la pena de muerte como primer paso hacia su abolición. Sin embargo, el grupo ha ignorado estas peticiones, en un contexto donde se ha intensificado la aplicación del código legal afgano y se han reanudado castigos corporales como los latigazos desde su ascenso al poder hace más de cuatro años.











