La Organización de las Naciones Unidas ha expresado su preocupación por las sanciones aplicadas este miércoles por el gobierno de Estados Unidos a cuatro integrantes del Tribunal Penal Internacional (TPI), quienes han participado en investigaciones contra Israel y Estados Unidos. Estas medidas «socavan los cimientos de la justicia internacional».
«Creemos firmemente que el TPI es un pilar fundamental de la justicia penal internacional y respetamos su labor. Nos preocupan profundamente las decisiones tomadas de imponer nuevas sanciones a los funcionarios del TPI en virtud de una orden emitida por Estados Unidos», explicó Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, en una conferencia de prensa.
Asimismo, Dujarric destacó que la acción de Washington «impone graves impedimentos al funcionamiento de la Fiscalía y al respeto de todas las situaciones que se encuentran actualmente ante el tribunal». «La independencia judicial es un principio básico que debe respetarse, y este tipo de medidas socavan los cimientos de la justicia internacional», concluyó.
Entre los sancionados se encuentran dos jueces, la canadiense Kimberly Prost y el francés Nicolás Guillou, además de dos fiscales adjuntos, la fiyiana Nazhat Shameem Khan y el senegalés Mame Mandiaye Niang, todos implicados en casos contra Israel y Estados Unidos, incluyendo la emisión de una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por crímenes de guerra y contra la humanidad durante la ofensiva militar en la Franja de Gaza.
Previamente, la Administración Trump había impuesto sanciones al fiscal jefe del TPI, Karim Khan, quien había solicitado las órdenes de arresto contra dos funcionarios israelíes y tres líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que fallecieron en la ofensiva del Ejército de Israel. Además, en junio, Washington también sancionó a cuatro juezas del tribunal.
