La Organización de las Naciones Unidas ha expresado su preocupación este jueves por el «deterioro» continuo de los Derechos Humanos en Malí, destacando el incremento de la inseguridad y las medidas opresivas de la junta militar contra la sociedad civil. A su vez, ha indicado que las recientes leyes sancionadas en el país representan «un portazo a unas elecciones democráticas», a cinco años del golpe de Estado que depuso al presidente electo de aquel entonces, Ibrahim Boubacar Keita.
Volker Turk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha criticado la aprobación por parte de Assimi Goita, líder de la junta, de una normativa que consolida su posición en el poder y que permite la renovación de su mandato «cuantas veces sea necesario hasta que se restaure la paz en el país», una medida que se añade a la disolución previa de todos los partidos políticos en la nación africana.
«Estos cambios legales han supuesto un portazo a unas elecciones democráticas en Malí durante el futuro próximo, en violación del derecho de todos los ciudadanos a participar en los asuntos públicos y a votar y ser elegido en elecciones auténticas y periódicas», afirmó Turk. Subrayó la necesidad de que estas disposiciones «deben ser rápidamente rescindidas» por el gobierno de transición de Malí.
Turk también ha mencionado que «las leyes aprobadas durante los últimos meses suponen un riesgo de socavar el respeto de los Derechos Humanos en Malí durante un prolongado periodo de tiempo». «Pido a las autoridades de transición que adopten pasos inmediatos y concretos para revocar las leyes problemáticas», expresó según un comunicado de su oficina.
La oficina de Turk recordó que estas legislaciones se han promulgado mientras el Ejército combate a varios grupos yihadistas, incluyendo a facciones de Al Qaeda y Estado Islámico en el Sahel, que han intensificado sus ataques y continuado con homicidios y secuestros a civiles, especialmente en el norte de Malí, núcleo de sus operaciones.
Además, informó que las fuerzas malienses, apoyadas por mercenarios del Africa Corps –anteriormente conocido como Grupo Wagner–, han cometido graves violaciones contra civiles, incluyendo cientos de ejecuciones extrajudiciales en abril, sumadas a detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y otros abusos por todas las partes en el conflicto.
Turk también destacó la detención el 1 de agosto del ex primer ministro Moussa Mara tras publicar un mensaje en la red social X en apoyo a los «prisioneros de conciencia» después de visitar a políticos y activistas detenidos por las fuerzas de seguridad. «El drástico aumento de arrestos de malienses en todos los niveles de la sociedad por cargos de brocha gorda sobre socavar la credibilidad del Estado simplemente por expresar sus puntos de vista es algo profundamente preocupante», señaló, exigiendo la liberación inmediata e incondicional de todos los detenidos de forma arbitraria.
Finalmente, ha solicitado investigaciones exhaustivas e imparciales sobre todos los ataques contra civiles, enfatizando la importancia de llevar a los responsables ante la justicia en procesos que respeten los estándares de Derechos Humanos.