El organismo internacional de las Naciones Unidas ha manifestado su grave inquietud el martes pasado por el fallecimiento de al menos once individuos debido a la represión de recientes protestas en Kenia, ocurridas justo dos semanas después de que otras 15 personas perdieran la vida en disturbios similares en el mismo país.
La vocera del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha censurado el saqueo y la destrucción de propiedades en Kenia como parte de la actuación de la Policía y otras fuerzas de seguridad frente a las violentas protestas en la capital, Nairobi, y en otros 16 condados el 7 de julio.
Shamdasani ha hecho pública la crítica de que las fuerzas de seguridad usaron munición letal, balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua, recordando que la propia Policía reportó que 52 agentes resultaron heridos y más de 560 personas fueron arrestadas durante las protestas.
También ha mencionado informes de vandalismo a propiedad pública y privada por personas no identificadas en varios lugares, reiterando el llamado de Volker Turk, jefe de la oficina, a la calma y contención, y al respeto total de la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.
Es crucial, según Shamdasani, atender las quejas legítimas que motivan estas protestas. Ha destacado que la Policía ha iniciado una investigación sobre los incidentes previos, refiriéndose a las muertes del 25 de junio. Turk ha insistido en que todas las muertes y supuestas violaciones al Derecho Internacional Humanitario sean investigadas de manera rápida y transparente, y que los responsables enfrenten consecuencias. Ha enfatizado que la fuerza letal solo debe usarse cuando es absolutamente necesario para proteger vidas frente a amenazas inminentes, ofreciendo apoyo para enfrentar estos desafíos, incluyendo las investigaciones.
Las manifestaciones del lunes se organizaron en conmemoración del Día de Saba Saba, que celebra el retorno de la democracia en 1990, y este año también reflejaron el descontento popular con la gestión gubernamental relacionada con el alto costo de vida, la corrupción y el gasto excesivo, así como la violencia policial en manifestaciones.
