La Organización de las Naciones Unidas ha verificado este miércoles que la asistencia humanitaria a Gaza ha aumentado, aunque ha reclamado a Israel la apertura de más pasos fronterizos, incluido el de Rafá que sigue cerrado actualmente.
“Está llegando más ayuda, pero las últimas 23 horas han sido difíciles”, declaró el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, en una conferencia de prensa, sin prever los acontecimientos del próximo jueves debido a la inestabilidad en la zona.
Dujarric explicó que las interrupciones en los cruces se han producido parcialmente porque se han usado para el traslado de rehenes a territorio israelí, aunque enfrentan otros “desafíos”, como la decisión de Israel de disminuir a la mitad el número de camiones de ayuda pactados.
“Las cosas son más sencillas porque ya no tenemos que coordinar la seguridad con las autoridades israelíes. Nuestros movimientos son mucho más libres, aunque obviamente persisten los desafíos físicos, dado el estado de las carreteras, los escombros”, añadió.
Acerca del proceso de entrega de ayuda, Dujarric mencionó que “todavía hay bastante confusión” y que se está adaptando a la “nueva realidad”, que considera positiva gracias a un alto el fuego. “Solo esperamos que las cosas avancen a un ritmo más favorable”, expresó.
Anteriormente, Tom Fletcher, jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, había criticado en un comunicado los “reveses” sufridos tras el cierre de los cruces y abogó por un “enfoque práctico” para superar los obstáculos y aumentar los puntos de acceso para la ayuda.
“Brindaremos ayuda neutral y basada en principios con la máxima eficiencia y de manera que se garantice que el apoyo llegue a los civiles, no a los grupos armados. No aceptaremos ninguna interferencia en nuestra distribución de ayuda”, concluyó Fletcher.