La Organización de las Naciones Unidas ha intensificado su crítica a la ampliación de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados de Cisjordania, calificando esta acción como «ilegal» conforme al Derecho Internacional. Desde la oficina de António Guterres, secretario general de la ONU, se ha hecho un llamado urgente para que se detenga y revierta esta práctica, con el fin de promover la solución de dos Estados que beneficie tanto a israelíes como a palestinos.
«Condenamos la decisión adoptada hoy», declaró Stephane Dujarric, portavoz de Guterres, refiriéndose a un polémico plan que contempla la edificación de 3.400 viviendas, lo cual efectivamente divide a Cisjordania en dos, un hecho que ha sido aplaudido por los sectores ultranacionalistas del gobierno de Benjamin Netanyahu.
Dujarric ha reiterado el llamado al gobierno israelí para que cumpla con sus «obligaciones» internacionales, aunque reconoció que esfuerzos anteriores no han fructificado. No obstante, subrayó que para la ONU, «no hay otra alternativa» que la solución de dos Estados.
El Reino Unido también ha expresado su descontento a través de su ministro de Exteriores, David Lammy, quien criticó un plan que «dividiría en dos el Estado palestino» y lo describió como una «violación flagrante del Derecho Internacional» en un mensaje en la red social X, instando a Netanyahu a reconsiderar su postura.
