El organismo internacional, Naciones Unidas, ha verificado la recepción de un cargamento de 75.000 litros de combustible en la Franja de Gaza, marcando la primera entrega de este tipo en más de cuatro meses debido a las limitaciones establecidas por Israel a la asistencia humanitaria.
En una conferencia de prensa, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, subrayó que para operar adecuadamente las instalaciones en Gaza, se requieren «cientos de miles de litros de combustible cada día».
«La cantidad que ingresó ayer no es suficiente para cubrir ni siquiera un día de exigencias energéticas», señaló Dujarric, y advirtió que «el combustible sigue escaseando y los servicios se interrumpirán si no entran mayores volúmenes a Gaza de forma inmediata».
«Un socio nos ha informado esta semana de que en cuestión de días la escasez de crudo podría cortar el suministro de agua potable a unos 44.000 niños que dependen de ella», explicó Dujarric, agregando que la falta de agua podría derivar en un incremento de enfermedades como el cólera, la diarrea y la disentería.
Por otro lado, las autoridades de Gaza, bajo la administración del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han reportado que el número de fallecidos por la ofensiva militar de Israel desde los ataques del 7 de octubre de 2023 ha alcanzado aproximadamente a 57.800 personas.