Las Fuerzas Democráticas Sirias, una coalición de milicias kurdas-árabes, han iniciado una intensa ofensiva contra las células del Estado Islámico que están presentes en Hasaka, capital de la provincia del mismo nombre situada en el noreste de Siria.
A pesar de que el Estado Islámico perdió su dominio territorial en Siria en 2019, sigue operando a través de grupos reducidos que se ocultan en distintas regiones. Las FDS, que contaron con apoyo estadounidense, fueron claves en la derrota inicial de estos yihadistas.
En una reciente operación en Hasaka, las FDS, junto con las fuerzas de seguridad interna de la región y las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ), han logrado arrestar a 39 miembros del grupo yihadista, además de confiscar armamento y municiones.
La ciudad de Hasaka es conocida por albergar la prisión de Al Sinaa, también llamada prisión de Ghweran, un centro que contiene a numerosos militantes de Estado Islámico. Este lugar fue el escenario de un violento intento de fuga en 2022, que resultó en la muerte de al menos 322 personas después de que las FDS cercaran la prisión durante una semana para prevenir la escapada.
«Los objetivos de esta campaña son perseguir a los restos de Estado Islámico y sus células, tanto durmientes como activas, que ponen en peligro la vida de los civiles», declararon las FDS en un comunicado. También buscan desmantelar las redes de apoyo logístico y prevenir ataques a prisiones y otros centros de detención.
Es importante señalar que la provincia de Hasaka ha sido excluida de las próximas elecciones legislativas de septiembre «por motivos de seguridad», según las nuevas autoridades sirias lideradas por Ahmed al Shara, ex líder yihadista. Las autoridades kurdas han rechazado esta justificación y han llamado a boicotear las elecciones.