La Policía Federal de Australia ha anunciado recientemente la aprehensión de 1.246 individuos y la confiscación de aproximadamente tres toneladas de estupefacientes como parte del operativo ‘Vitreus’, enfocado en combatir el narcotráfico y la criminalidad organizada.
El despliegue de este operativo, que tuvo lugar del 1 al 5 de septiembre, contó con el apoyo crucial de las autoridades de Nueva Zelanda. Según ha comunicado la Policía australiana, el propósito principal es «reducir el acceso a este tipo de drogas» en la nación.
En el curso de las acciones, el enfoque principal ha sido el decomiso de butanediol, un compuesto químico usado como disolvente industrial y vinculado con «un aumento de las sobredosis y los casos de agresión sexual».
«Esta sustancia es muy adictiva y es peligrosa, como lo son otras drogas ilegales, como la metanfetamina y la cocaína», afirmó Jim Rowe, vocero de la Policía australiana. En el informe se destaca que se decomisaron unos 569 kilogramos de cocaína, 90 kilogramos de metanfetamina y 58 de ketamina.