El principal partido opositor de Tanzania, el Partido para la Democracia y el Progreso (Chadema), ha hecho público este jueves un comunicado en el que denuncia la muerte de “más de 2.000 personas” en el contexto de las elecciones celebradas el 29 de octubre. La formación eleva así de forma drástica el balance de víctimas mortales relacionadas con la violencia postelectoral en unos comicios en los que la actual presidenta, Samia Suluhu, fue declarada ganadora de forma oficial y cuyos resultados, insiste Chadema, “deben ser anulados”.
En la nota, firmada por el vicepresidente del partido, John Heche, se afirma que “después y antes de las llamadas elecciones, Tanzania y el mundo en general fueron testigos de masacres de más de 2.000 personas y lesiones a más de 5.000 en solo una semana (…), secuestros y desapariciones forzadas de cientos de civiles (y) torturas brutales, violaciones y asesinatos inhumanos cometidos por funcionarios de seguridad y defensa”, al tiempo que se acusa a miembros de las fuerzas de seguridad de participar en “crímenes de lesa humanidad”.
Heche sostiene en el documento que Samia Suluhu es “una gobernante ilegítima y autoimpuesta”, al frente de un Ejecutivo “ilegítimo e injusto por ser resultado de unas elecciones fraudulentas”, por lo que, reitera, sus resultados “deben ser anulados”. A su juicio, “debido a la elección inválida y al clima de autoritarismo, Samia Suluhu carece de legitimidad para seguir al frente del país”.
El dirigente opositor denuncia igualmente que el Gobierno utiliza los tribunales “para emitir sentencias opresivas contra los líderes de los partidos de oposición”, y critica que las autoridades hayan decretado un toque de queda, bloqueado redes sociales y el acceso a Internet y “secuestrado y desaparecido” a ciudadanos tanzanos “que hasta la fecha no han sido encontrados”.
Ante este escenario, Chadema reclama el cese inmediato de los secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones de civiles, así como la liberación de los tanzanos que fueron “secuestrados”. Además, exige reformas de calado en los ámbitos legal, gubernamental y judicial para revertir la situación actual.
En concreto, Heche propone “un Gobierno Nacional de Transición no dirigido por Samia Suluhu, bajo la supervisión de instituciones internacionales independientes (…) como Naciones Unidas, la Unión Africana (UA) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC, por sus siglas en inglés)”.
Según detalla, ese Ejecutivo transitorio “abrirá el espacio político y la libertad de expresión (y) organizará nuevas elecciones nacionales con transparencia, imparcialidad y supervisión internacional independiente”. Al mismo tiempo, el partido subraya la necesidad de la “continuación y finalización del nuevo proceso constitucional”.
El comunicado añade que dicho gobierno “garantizará la liberación de todos los presos políticos y de todos aquellos acusados falsamente y también la rendición de cuentas de todos los implicados en asesinatos y atrocidades”, y plantea igualmente “reformas importantes de las fuerzas de seguridad”. También se compromete a asegurar “indemnizaciones para las familias que perdieron a sus seres queridos y para los ciudadanos que perdieron extremidades”.
Aunque el texto se centra en la crisis interna tanzana, Heche se dirige igualmente a la comunidad internacional, a la que insta “a imponer sanciones a todos los involucrados en la planificación y ejecución de actos criminales de lesa humanidad”.
El pronunciamiento de Chadema se difunde en una semana marcada por protestas y por la huelga convocada el pasado martes coincidiendo con el Día de la Independencia, movilizaciones que habían sido prohibidas por las autoridades del país. Naciones Unidas, que ya había solicitado al Gobierno tanzano investigar las muertes registradas durante las protestas posteriores a las elecciones, ha pedido en esta ocasión al Ejecutivo que garantice “las libertades de expresión y asamblea pacífica”.