La opresión sistemática de las mujeres en Afganistán se agudiza cuatro años después de la llegada al poder de los talibanes

Cuatro años después de su regreso al poder, los talibanes han intensificado las restricciones a los derechos de las mujeres en Afganistán.

Archivo - Imagen de archivo de mujeres en un mercado de la capital de Afganistán, KabulEuropa Press/Contacto/Antonin Burat - Archivo

Desde que los talibanes retomaron el control de Afganistán en agosto de 2021, han implementado severas restricciones que han limitado drásticamente los derechos y libertades de las mujeres y niñas, relegándolas de la participación en la vida pública y sometiéndolas a una versión extremista del islam. Esta situación las ha convertido en las principales afectadas por una “opresión institucionalizada”.

ONU Mujeres ha señalado que cada nueva restricción impuesta por los talibanes aleja más a las mujeres y niñas de la esfera pública, acercándolas a un borrado total de la sociedad. “Con cada restricción, se ven cada vez más excluidas de la vida pública, y más cerca de ser eliminadas por completo”, expresaron desde la organización en el aniversario de la llegada al poder de este grupo.

Además, se ha alertado de que estas restricciones no presentan signos de ser temporales, ya que no se ha revertido ninguna. “Estas restricciones no son temporales, ninguna se ha revertido. La crisis de derechos de las mujeres más grave del mundo se está normalizando”, indicaron, subrayando que Afganistán ocupa el segundo lugar mundial en desigualdad de género, solo detrás de Yemen.

PROCESOS EN CURSO POR VIOLACIONES DE DDHH

Por medio de decretos, los talibanes han despojado a las mujeres de derechos fundamentales como la educación, la privacidad, y la vida familiar, además de restringir su libertad de movimiento, expresión y religión. “Otras personas han sido atacadas porque ciertas expresiones de sexualidad o identidad de género se consideran incompatibles con la política talibán en materia de género”, reportó el Tribunal Penal Internacional, que ha emitido órdenes de arresto contra líderes talibanes por crímenes de lesa humanidad.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado recientemente una resolución para crear una comisión independiente que investigue estas violaciones. Richard Bennet, enviado especial de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán, destacó que este nuevo mecanismo es un “hito importante en la búsqueda de la verdad, la justicia y la rendición de cuentas para el pueblo afgano”. “Esta decisión es un testimonio de valentía y perseverancia de las víctimas, supervivientes y la sociedad civil afgana, cuya incansable defensa ha hecho posible este momento”, afirmó.

En Madrid, el Tribunal Permanente de los Pueblos ha acogido audiencias para denunciar las persecuciones contra mujeres y niñas afganas. La directora de la ONG DROPS, Mariam Safi, subrayó que, pese a algunos avances como las órdenes de arresto del TPI, los procesos son a largo plazo y “llevan años y años. Y, en Afganistán, los talibán están anunciando mayores restricciones (…) y sentíamos que teníamos que hacer algo”.

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