El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha expresado su apoyo a la cumbre que se celebrará en Budapest con los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, para discutir el conflicto ucraniano, enfatizando que «las buenas causas merecen perseverar hasta el final».
«Hemos apoyado las negociaciones, la diplomacia y la paz durante tres años. Nos han criticado duramente por ello», ha declarado a través de un mensaje en Facebook, donde ha resaltado que «lo más importante es que finalmente haya paz». «Una cosa está clara y es que no será por nosotros, los húngaros. A trabajar», ha agregado.
Orbán también ha comentado que ayer sostuvo un diálogo con Trump sobre la situación y que hoy hablará con Putin. «Empezamos los preparativos», ha indicado, señalando que «esta semana supone una gran confirmación para la red de líderes por la paz».
«El lunes, un conflicto aparentemente irresoluble empezó a avanzar hacia la paz con la firma del Plan de Paz para Oriente Próximo. La pasada noche hubo otra gran noticia con las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia en Budapest», ha destacado el primer ministro, quien es un aliado de Trump y crítico con la postura de la Unión Europea (UE) desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.
Ha reafirmado que «Hungría es una isla de paz» y que Budapest es la única ciudad europea adecuada para un encuentro de esta magnitud, anunciando una próxima reunión en Washington entre delegaciones de Estados Unidos y Hungría. «El agua hierve en todas partes», ha comentado en una entrevista con la emisora húngara Kossuth.
«Hungría es el único país amante de la paz que ha defendido de forma abierta y activa la paz durante los últimos tres años», ha insistido, aunque ha aclarado que la cumbre «no va sobre Hungría, sino sobre ellos y sobre la paz». «Estos tres años demuestran que en política se necesitan muchos conocimientos, pero lo más importante es la perseverancia y la humildad», ha explicado.
En relación a las tensiones con Bruselas sobre migración y guerra, ha afirmado que la UE debería seguir el ejemplo de Hungría, negociando con las partes en conflicto y manteniendo abiertos los canales diplomáticos. «El mayor problema para Europa es la guerra», ha señalado, refiriéndose al gasto militar en un momento de crisis económica. «Los costes y las molestias merecen la pena, porque de nada podemos ganar más que de la paz. Va en interés de todas las familias húngaras que la reunión entre Trump y Putin traiga la paz», ha concluido Orbán.















