La OTAN ha expresado preocupación este miércoles por el incremento de actividades militares rusas en el Ártico, destacando la construcción de nuevas infraestructuras, y ha señalado también el aumento de la influencia de China en esta zona, que se perfila como un campo de tensión geopolítica.
El almirante italiano Giuseppe Cavo Dragone, presidente del Comité Militar de la OTAN, ha hecho estas declaraciones durante su participación en el Diálogo de Manama en Bahréin, transmitidas por la cadena Al Arabiya. Dragone ha descrito al Ártico como la “nueva frontera” para la OTAN, una región donde “están pasando muchas cosas” y donde la alianza busca garantizar la seguridad y fomentar la cooperación internacional.
“Vemos una presencia cada vez mayor de Rusia. Rusia está construyendo infraestructura en la península de Kola. Submarinos rusos, así como aeronaves y bombarderos rusos, están volando sobre el Ártico”, ha advertido Cavo Dragone, añadiendo que China busca posicionarse como un aliado de Rusia para incrementar su presencia en el área.
Mientras Rusia utiliza su “geografía y su equipamiento”, China tiene la intención de “convertirse en un aliado cercano”, ha explicado. En respuesta a estas maniobras, el principal responsable militar de la OTAN ha enfatizado que la misión de la organización es mantener el Ártico como una zona desmilitarizada y un lugar de “intercambio”. “Queremos mantenerlo de esta manera”, ha manifestado.
Siete naciones aliadas —Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y Estados Unidos— tienen territorio en la región Ártica y la OTAN ha intensificado su presencia allí en los últimos meses. El pasado verano, el bloque militar llevó a cabo operaciones marítimas en aguas del Ártico, demostrando su compromiso con esta región cada vez más crucial.
