En un reciente operativo en Qalqilia, al norte de Cisjordania, el Ejército de Israel ha causado la muerte de dos palestinos, sin que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hayan emitido declaraciones al respecto. El grupo Hamás ha denunciado el acto como una “ejecución sumaria”.
Según informes del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina, las víctimas identificadas son Uasim Jalil Musa abú Alí, de 41 años, y Jaled Nimer Suailem Hasán, de 34. Ambos cuerpos han sido retenidos por las autoridades israelíes, tal y como recoge la agencia WAFA.
Mahmud Mardaui, representante de Hamás, ha calificado el incidente como un “tiroteo a sangre fría” y lo ha descrito como parte de una política de agresiones continuas hacia los palestinos. Además, ha acusado a Israel de incrementar sus operaciones militares en Cisjordania y de llevar a cabo una política de terror y desplazamiento forzoso contra los palestinos.
“La sangre de los mártires será el combustible hacia la libertad y la dignidad, y nuestro pueblo seguirá resistiendo hasta derrotar la ocupación”, declaró Mardaui, haciendo a Israel responsable de las consecuencias de estos actos.
Este aumento de la violencia en Cisjordania y Jerusalén Este ocurre tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que resultaron en unos 1.200 muertos y aproximadamente 250 secuestrados, de acuerdo con cifras proporcionadas por Israel, marcando un año de alta conflictividad en la región.