El ministro de Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Achá, ha afirmado este lunes que los petroleros con bandera panameña interceptados en los últimos días por Estados Unidos cuando se dirigían hacia la costa de Venezuela incumplieron la normativa de navegación del país centroamericano.
“Tenemos información de que los buques involucrados no han respetado nuestra legislación en materia marítima, cambiaron de nombre y las identidades de la tripulación no coincidían, y desconectaron los instrumentos de localización”, ha señalado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión Telemetro.
El responsable de la diplomacia panameña ha añadido que “todas estas variables nos hacen pensar que nuestro pabellón no está siendo utilizado de manera responsable”, ha subrayado que “nosotros hemos actuado en consecuencia a las costumbres de derecho marítimo” y ha remarcado que “seguimos investigando, exigimos respetar nuestras leyes y el derecho y las costumbres marítimas”.
Martínez-Achá ha respondido así a las informaciones que sugerían que las autoridades panameñas habrían dado luz verde a la operación de la Guardia Costera estadounidense para abordar este domingo el ‘Bella 1’, incluido desde junio de 2024 en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El petrolero, con bandera panameña, está asociado a la empresa Louis Marine Shipholding Enterprises, la cual mantiene vínculos con la Guardia Revolucionaria de Irán. En su orden de sanciones, el Tesoro de Estados Unidos sostiene que dicha compañía ha “asistido, patrocinado o proporcionado materialmente apoyo financiero, material o tecnológico” a la fuerza iraní.
Esta actuación se produce después de otros dos abordajes por parte de Estados Unidos: el del petrolero ‘Skipper’, el pasado 10 de diciembre, y el del petrolero ‘Centuries’, también de bandera panameña, durante la noche del sábado al domingo.
En el caso del ‘Bella-1’, el buque fue abordado cuando se aproximaba a la costa venezolana, actualmente sometida a un bloqueo marítimo impuesto por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en la que supone la tercera operación contra un navío en las cercanías de aguas venezolanas en lo que va de mes. No obstante, las fuerzas estadounidenses no habrían logrado tomar el control total del petrolero y continuarían su persecución, de acuerdo con fuentes de ese país.