Este lunes, el Parlamento Europeo ha conmemorado a las víctimas del genocidio en Srebrenica, ocurrido hace treinta años, durante el conflicto bélico en Bosnia.
«Esta semana se cumplen 30 años del genocidio de Srebrenica, en el que miles de musulmanes bosnios fueron asesinados y decenas de miles más fueron expulsados por la fuerza del enclave. Trágicamente, muchas víctimas siguen sin ser identificadas», expresó Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, durante un evento que también contó con la presencia de dos sobrevivientes de la tragedia, quienes recibieron una ovación en el hemiciclo.
En discusiones con grupos políticos que también tocaron temas como la situación en Gaza o Ucrania, los representantes subrayaron la necesidad de prevenir futuros genocidios y fortalecer las medidas para que estos compromisos sean efectivos y no solo palabras vacías en documentos, destacó el socialista esloveno, Matjaz Nemec.
Ondrej Kolar, del Partido Popular Europeo (PPE), enfatizó que los trágicos eventos en Srebrenica deben recordarnos que «el odio y la falta de perdón sólo abren el camino a nuevos conflictos», «a nuevos duelos y a nuevas penas».
Por su parte, Hermann Tertsch, diputado de Vox en el grupo Patriotas por Europa, criticó el papel de la UE en el genocidio de Srebrenica. «Ahora que el término genocidio se utiliza de forma tan vil y absolutamente inapropiada, los genocidios son posibles en Europa. Lo son y lo han sido siempre», afirmó, insistiendo en que deben combatirse con «firmeza» y no solo con buenas intenciones.
Del 11 al 19 de julio de 1995, en una de las mayores masacres en Europa tras la Segunda Guerra Mundial, el ejército serbobosnio separó a mujeres, niños y ancianos para comenzar la ejecución de más de 8.000 hombres musulmanes bosnios.














