La cámara legislativa de Georgia, bajo el control del partido Sueño Georgiano, ha ratificado un conjunto de medidas que intensifican las sanciones hacia los manifestantes, en medio de un contexto de agitación social y política tras las elecciones de octubre del año pasado.
De ahora en adelante, los manifestantes que oculten sus rostros durante las protestas, lleven material pirotécnico, sustancias intoxicantes, bloqueen vías o erijan barricadas enfrentarán detenciones administrativas de hasta 15 días.
Según el medio Civil Georgia, el Parlamento ha establecido también penas de hasta 60 días de detención para quienes participen en protestas ilegales y sanciones más severas para los reincidentes en violaciones legales durante las manifestaciones.
Los líderes de estos movimientos podrían ser objeto de condenas de hasta cuatro años de cárcel, mientras que desobedecer órdenes policiales o agredir a autoridades puede resultar en un año de prisión.
Este endurecimiento de las penas llega tras el asalto de manifestantes al palacio presidencial en Tiflis durante las últimas elecciones municipales, que fueron boicoteadas por la oposición. Además, la Unión Europea ha pausado las negociaciones de adhesión de Georgia acusando al partido gobernante de ejecutar políticas pro-rusas y aprobar leyes polémicas, incluyendo normativas que afectan a la comunidad LGTBI.