El mandatario de Ruanda, Paul Kagame, ha declarado que su nación está totalmente comprometida con la observancia del acuerdo de paz establecido recientemente con la República Democrática del Congo (RDC) y ha expresado su gratitud hacia Estados Unidos por su rol mediador, país que incluso hospedó la ceremonia de firma del acuerdo.
‘Nunca se encontrarán fallos por parte de Ruanda en la implantación de lo que hemos acordado’, enfatizó Kagame en una rueda de prensa, dejando claro, no obstante, que están preparados para enfrentar cualquier ‘trucos’ que puedan aparecer por parte del Congo.
El pacto incluye el cese de apoyo a facciones armadas por ambas naciones, tras las acusaciones constantes por parte de la RDC contra Ruanda por apoyar al grupo rebelde M23, que este año ha lanzado ofensivas significativas en el este congoleño.
Adicionalmente, Kagame ha recalado en la problemática continua que representan las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), originadas por hutus que escaparon después del genocidio de 1994 en Ruanda. ‘No necesitamos el permiso de nadie para proteger el país’, declaró, citado por la agencia Bloomberg.
Kagame también señaló que la resolución definitiva del conflicto depende de resolver ‘asuntos importantes’ como la eliminación del FDLR y el retorno de los refugiados tutsis congoleños, que han vivido décadas en territorio ruandés.
En relación a las disposiciones sobre integración económica del acuerdo, Kagame minimizó su importancia, argumentando que enfocarse en la explotación mineral como la raíz del conflicto ‘va en detrimento de la solución del problema’. Por ello, instó a no ‘simplificar’ la situación.
Respecto al papel de Estados Unidos, Kagame comentó que, aunque el acuerdo se firmara en su territorio, ‘no depende de Washington ponerlo en práctica’. Espera que la administración de Donald Trump supervise ‘de cerca’ su ejecución, de manera que se puedan exigir responsabilidades en caso de incumplimiento.