Marine Le Pen, dirigente de la Agrupación Nacional de extrema derecha, ha desafiado al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a optar entre presentar su dimisión o proceder a la disolución de la Asamblea Nacional. Esta exigencia surge tras la dimisión de su primer ministro, Sébastien Lecornu, ocurrida pocas horas después de haber presentado su equipo de gobierno.
“En este momento, el jefe del Estado tiene dos caminos posibles: la dimisión o la disolución. La dimisión es una cuestión de conciencia, de sentido de Estado, y nada más”, declaró Le Pen en una alocución transmitida en redes sociales, con un tono claramente institucional. Le Pen ha retado a Macron a realizar una reflexión profunda y considerar su renuncia como un acto beneficioso para el país.
La líder política ha señalado que la salida de Lecornu evidencia que de la Asamblea Nacional actual no se puede derivar una mayoría alternativa. Ante la actitud que calificó de infantil e irresponsable que ha prevalecido en el bloqueo del órgano legislativo, sugiere que la solución sería su disolución y la convocatoria a nuevas elecciones.
Le Pen ha expresado que, en su opinión, Macron se encuentra en un impasse crítico. “Si reclamamos elecciones es para extraer al país de un perjudicial atasco y reorientar la gestión pública”, argumentó.
“Si prevalece el respeto al pueblo soberano, habrá elecciones y respetaremos el veredicto de las urnas, con la esperanza de dar a Francia un presupuesto para la recuperación y la justicia, con la esperanza de dar al pueblo francés la dirección decididamente diferente que espera, con la esperanza de acelerar la alternancia, única condición para el renacimiento de Francia. ¡Viva la República! ¡Viva Francia!”, concluyó.