El líder del Pentágono, Pete Hegseth, ha comunicado este miércoles que ha realizado una solicitud formal al presidente Donald Trump para obtener su consentimiento final en la ejecución de Nidal Hasan, el psiquiatra militar estadounidense sentenciado a muerte por el asesinato de trece soldados y las heridas infligidas a otros 32 en la base de Fort Hood, Texas, ocurrido hace casi 16 años.
«Estoy totalmente comprometido a garantizar que se aplique la pena de muerte a Nidal Hasan. Este terrorista salvaje merece el castigo más severo que la ley permita por el tiroteo masivo de 2009 en Fort Hood. Las víctimas y los supervivientes merecen justicia sin demora», ha declarado a ‘The Hill’.
Si la Casa Blanca da su aprobación, que aún no se ha pronunciado al respecto, sería la primera ejecución después de un juicio militar en más de seis décadas, desde que John Bennett fuera ejecutado en 1961 por violación e intento de asesinato de una menor en Austria.
Desde 2013, Hasan ha estado en el corredor de la muerte en el cuartel de Fort Leavenworth, Kansas, tras ser condenado a la pena capital por trece cargos de asesinato premeditado y 32 de intento de asesinato premeditado.
En noviembre de 2009, Hasan, hijo de inmigrantes palestinos y veterano de dos décadas en el Ejército de EE. UU., usó una pistola semiautomática para disparar contra sus compañeros, matando a 13, incluyendo a una soldado embarazada.
En una carta revelada en 2017, Hasan confesó haber disparado argumentando que «consideré a quienes intentaban ayudar a Estados Unidos a socavar el intento de los talibanes de establecer la sharía (en Afganistán) como enemigos de Dios y, por lo tanto, dignos de combatir».