El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado este martes que, aunque ha aumentado el ingreso de alimentos a Gaza tras el cese al fuego, las cantidades aún son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la población palestina. Desde la organización se ha hecho un llamado urgente para que se permita la apertura de todos los pasos fronterizos del enclave.
Desde Ginebra, la portavoz del PMA para Oriente Próximo, Norte de África y Europa Oriental, Abeer Etefa, ha informado que la agencia ha distribuido más de 6.700 toneladas de alimentos, suficientes para alimentar a cerca de medio millón de personas durante dos semanas. Sin embargo, Etefa ha subrayado: «Las entregas diarias continúan y ahora tenemos de media unas 750 toneladas. Esto es mucho mejor que antes del alto el fuego, pero aún está muy por debajo de nuestro objetivo, que es de unas 2.000 toneladas diarias», explicando que «la grave destrucción hace casi imposible alcanzar esta meta (…) a menos que se puedan utilizar todos los cruces».
A pesar de la situación, Etefa destaca la esperanza de la población: «La gente está acudiendo en masa a los puntos de entrega de ayuda, donde hacen fila con dignidad para recibir rápidamente sus raciones» y «agradecida por la eficiencia». También menciona que hay «un optimismo cauteloso», especialmente entre los más vulnerables, aunque la incertidumbre persiste y algunos están reservando alimentos para emergencias, dudando de la durabilidad del cese al fuego.
Actualmente, solo están operativos los cruces de Kerem Shalom y Kissufim. «Necesitamos Erez, necesitamos Zikkim, necesitamos que se abran estos pasos fronterizos», ha insistido Etefa, subrayando la importancia de alcanzar el norte de Gaza con ayuda masiva. Aunque el PMA planea abrir 145 puntos de distribución en Gaza, hasta ahora solo 26 están en funcionamiento.
Desde la firma del acuerdo de cese al fuego hace más de una semana, se ha exigido a Hamás la liberación de 48 rehenes y la apertura de cruces para ayuda humanitaria. Hasta ahora, Hamás ha liberado a 20 rehenes vivos y entregado los restos de 13 de los 28 fallecidos, enfrentando dificultades para localizarlos entre los escombros dejados por la ofensiva israelí, que ha causado más de 68.200 muertes y 170.300 heridos hasta la fecha, según denuncias de las autoridades controladas por Hamás.