Desde este lunes, Polonia ha comenzado a implementar controles en más de 50 puntos fronterizos con Alemania, como respuesta a los chequeos aleatorios que el Gobierno alemán empezó en octubre de 2023, en el contexto de una intensificación de su política de inmigración.
El ministro del Interior de Polonia, Tomaz Siemoniak, comunicó a través de las redes sociales que los controles «se centran en posibles en casos de tráfico ilegal de migrantes» y aseguró que «los viajeros ordinarios no tienen nada de qué preocuparse».
Asimismo, se ha informado que vehículos como autobuses, minibuses y aquellos de alta ocupación podrían ser objeto de revisiones aleatorias. Además, los vehículos con cristales oscurecidos también serán detenidos, aunque actualmente no se han establecido barreras ni bloqueos móviles.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, había anunciado esta medida la semana anterior, y se espera que continúe al menos hasta el 5 de agosto. Paralelamente, se están llevando a cabo inspecciones en 13 puntos fronterizos con Lituania, donde ya se ha registrado la detención de un ciudadano estonio durante la madrugada del lunes.